Como quien se encuentra con un viejo amigo que hace largo tiempo no veía, el viernes pasado asistimos al reencuentro con una multitudinaria movilización sindical a la que estábamos desacostumbrados. Av. Independencia y Paseo Colón fue el lugar acordado por las distintas centrales sindicales.
Bajando por Independencia muchos sindicatos alineaban a los marchantes, afinaban la voz y repartían el merchandising propio de estas movilizaciones (gorras, chalecos, remeras, banderas, volantes, etc). Cada uno buscaba destacarse con su “toque” y entre ellos los oriundos de sindicatos ferroviarios hacían sonar una bocina de tren impulsada por aire comprimido que transportaban arriba de una zorra. Infaltables los puestos gastronómicos perfumaban el fresco mediodía porteño al ritmo de chori, bondiola y patys acompañado también de una importante cantidad y variedad de bebidas alcohólicas.
La imponente estructura del escenario, las pantallas led y el sonido permitían que la enorme diversidad concurrente, las centrales sindicales, agrupaciones peronistas, de izquierda y de diferentes intendentes del conurbano bonaerense entre otras, pudieran apreciar sin problemas el motivo central del acto.
Jorge Taiana, actual Presidente del Parlamento de Parlasur, considera, en la previa del acto, que “puede ser una manifestación fuerte, clara, para que la escuchen todos acerca de la enorme preocupación de los trabajadores y por la recesión, por la pérdida de puestos de trabajo, por la desocupación, por la inflación”. Se percibe “un clima festivo. Hay un clima de unidad de acción, hay un clima de conciencia y de defensa de los derechos de los trabajadores. Esperemos que los que tienen que escuchar (que es el gobierno nacional), escuche y que se decida finalmente a no seguir socavando la situación del salario y del trabajo en la Argentina”, concluyó el ex Canciller.
Por otro lado en la mítica casa central de la CGT Azopardo iban llegando las conducciones de las distintas centrales sindicales y algunos representantes del poder legislativo. En los márgenes, periodistas de distintos medios se ubicaban al acecho furtivo de la declaración de la jornada.
A la llegada del Secretario General de la CGT Alsina, Antonio Caló, se le preguntó sobre qué pesaba más en esta movilización, si los reclamos o el Día del Trabajador en sí mismo a lo que consideró: “Ambas cosas. Los trabajadores vinieron a conmemorar el Día del Trabajador, pero también pesan los reclamos que le estamos haciendo al Presidente de la Nación, al gobierno; ya están los cuatro puntos, ya todos los conocen. Los compañeros se vinieron a manifestar en apoyo a los reclamos que hicieron las cinco centrales obreras. Va a ser un día inédito, histórico: la primera vez que toda la CGT está toda junta. Yo tengo un montón de años, tengo el pelo blanco y nunca lo había visto.”
Cuando se le preguntó sobre qué medidas debería tomar el Presidente luego de la manifestación, afirmó “que Macri tendrá que reflexionar sobre el petitorio que estamos haciendo los trabajadores. Nosotros estamos pidiendo una emergencia ocupacional; acá hay despidos, no nos podemos hacer los distraídos, no podemos desconocer que hay despidos”.
Al momento de bajar a la calle para caminar hacia el acto se vivieron roces y tensiones entre los muchachotes que acompañaban a los distintos dirigentes, hecho que se fue acentuando a medida que se achicaba el espacio de cara a la escalera que llevaba al escenario. La foto de los dirigentes arriba del palco respiraba una amplia diversidad que, según el que escribe, fue llevada a fuerza de realidad por las propias bases sindicales.
Con respecto a los discursos cabe destacar tres aspectos muy demarcados. En primer lugar los más encendidos y opositores fueron los de Pablo Micheli y Hugo Yasky quienes plantearon un escenario de conflicto de cara a un posible veto a la ley antidespidos. Por otro lado el más conservador de todos fue el metalúrgico Antonio Caló quien por momentos hablaba de los trabajadores ubicándose por fuera de ellos y no se cansó de remarcar que el acto no era en contra del oficialismo sino que en contra de sus políticas, como si fueran dos sustancias diferentes. Por último el más medido de todos fue Hugo Moyano quien buscó cuestionar la urgencia del oficialismo por resolver los problemas de las corporaciones y realizar aumentos de los servicios sin atender a ninguno de los problemas de los trabajadores. A diferencia de sus antecesores criticó al oficialismo desmarcandose del compromiso de cualquier acción futura.
Finalizados los discursos se dio un extraño cóctel mezcla de marcha peronista seguido del tema “JI JI JI” de Los Redondos, marca de agua de los últimos años de actos kirchneristas. Como quien se encuentra con un viejo amigo que hace largo tiempo no veía este multitudinario acto también nos deja instaladas otras preguntas. ¿Por qué nos volvimos a encontrar? ¿Qué cosas habrá cambiado en todo este tiempo en que no nos vimos? ¿Volveremos a vernos?